martes, 5 de enero de 2010

En respuesta a una pregunta hecha por un amigo.

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Esto es simplemente un correo electrónico que fue escrito en respuesta a una pregunta formulada por un amigo que habitualmente entra en este blog.
La pregunta era si quien escribe vivía lo que escribía.
Y algo más.
Con su permiso he subido no sólo la respuesta sino también el correo que éste me envió.
Verán que hay en todo el texto algunas faltas de ortografía, etc.
Fue escrito de un tirón y sin correcciones, con el único ánimo de compartir de modo informal sobre la cuestión requerida.

Talvez alguien pueda encontrar en dicho texto algo que le sea útil a su propia reflexión.

Con el afecto de siempre, un abrazo!

R.





CORREO ELECTRÓNICO CON LAS PREGUNTAS

Te veo cada dia mejor, muy bueno. Me vino una pregunta, Vives lo que escribes? o sea, has realizado el absoluto? que significa darse cuenta de instante en instante? segun dijera Krishnamurti, o te sucede como a mi que tengo una comprension conceptual de todos los dedos apuntando a la verdad pero todavia no ha realizado de instante en instante la verdad o el absoluto. Si ya te sucedio cuntame cuando y como, por supuesto si lo deseas. Gracias, tu amigo Luis. Te deseo un mejor a~no que el anterior.





CORREO ELECTRÓNICO CON LA RESPUESTA

Vivo lo que escribo.
De ahí a que ello tenga alguna chance de coincidir con lo que tú te figures...
Qué te puedo decir...
No soy alguien especial, ni extraordinario, ni destacable en ningún sentido.
Más bien alguien absolutamente ordinario, con una vida igualmente ordinaria.
Si tuviera que decirlo lo más franca y fidedignamente posible, diría que soy nadie.
No me siento identificado con nada experimentado o conocido, ni tengo ningún futuro.
Es simplemente que no hay "yo".
A partir de ahí, tampoco hay separación del fluir de la VIDA, ni ninguna entidad que pueda, pretenda o necesite hacer algo con nada.
No hay nadie aquí.
Lo que queda, es lo natural... sea lo que sea que ello sea.
Es la Vida, por ponerle un nombre...
Y aunque de los escritos pueda desprenderse la idea de que hay alguien distinto, no es así como se ven las cosas desde acá.
No veo a nadie como distinto de mi mismo.
Veo solamente que mientras hay identificación con un pensamiento, eso crea un sentimiento de separación en quien se haya identificado.
Pero este sentimiento es totalmente falso.
No hay nadie que no sea ya la VIDA UNA.
Nada hay separado o fuera de la misma.
Nadie que no sea la VIDA siendo.
Aún cuando no se haya dado cuenta de ello.
Por esto es por lo que me parece ridículo y absolutamente estúpido el que alguien pretenda haber encontrado o realizado algo que los otros no.
Quien eso piense es, en lo que a mi respecta, un completo imbécil.
Y quien le crea, allá él o ella.
Hay gurúes y explotadores de todo tipo porque sobran personas con deseos de ser discípulos y explotados, que puedan resguardarse bajo el ala de seguridad de las palabras "del que sabe".
Es nuestro deseo de seguridad lo que los alimenta.
Nadie ha habido que no haya nacido del vientre de una mujer.
Nadie que no haya tenido que entregar el cuerpo al "partir".
Toda la religión y el esoterismo, incluído el budismo, no es más que la idea absurda de que si me pongo a ladrar en cuatro patas puedo llegar a sentir lo que se siente ser un perro.
Y ello simplemente no es así.
Puedo imitar, rogar, suplicar, etc, pero soy lo que soy como soy porque soy la VIDA UNA que ha querido ser y sentir así.
No soy más ni menos sagrado que nadie, incluído el dulce hijo de un carpintero de hace 2000 años, o que el divino pastor de piel azul...
Todos somos la expresión única de la VIDA UNA.
No intento ser de ningún modo en particular, y no tengo por tanto nada que elegir, ni que afirmar o que negar.
NO soy Krishnamurti, ni Nisargaddatta, ni Ramana, ni U G, ni nadie que halla existido, exista o vaya a existir.
Ellos vivieron sus vidas a su manera, o la están viviendo.
Yo vivo la mía a mi modo, vivo mi verdad, que no es mía como la vida tampoco lo es, sino que ello es lo que soy, y no hay en ello ningún conflicto.
Una vez más, mi sentir es este: que no hay nadie aquí.
Ni siquiera la "conciencia" que se da cuenta de...
Es simplemente algo que no puede ser nombrado por el simple hecho de que ninguna palabra ni pensamiento guarda ni la más mínima relación con ello...
No hay símbolo que lo represente, ni característica que lo delate...
Ello es y en ello no hay nadie que sea.
Hay VIDA expresándose particularmente en infinitas formas, pero no hay ningún "alguien" viviéndola.
Hay la VIDA en su estado natural...
Cuando viejos hábitos ya inservibles del cerebro aparecen en forma de reacción emotiva, son vistos sin esfuerzo alguno, y en el mismo instante han dejado de ser un problema.
Por lo demás, vivo, siento, transpiro, como, duermo, existo!
No hay nadie aquí, ni nadie que sienta que tiene que ayudar a ningún "alguien".
Hay nadie, viéndo que todos son el mismo nadie.
Y hay quienes se dan cuenta de ello, y hay quienes no.
La liberación interior a través de la autoindagación no es más que la forma particular con la que esta flor perfuma al florecer, porque ello es una expresión de su sentir particular, que encontró en los inestimables escritos de Carlos Silva la humedad y el calor que le ayudaron a germinar.
En cuanto al cómo ello ocurrió, no creo que pueda aclarar demasiado.
Vivenciar la absoluta felicidad de desintegrarse en lo Absoluto fue algo totalmente involuntario y a-causal.
Qué te puedo decir?
Lo Absoluto se quería vivenciar como tal.
No hay ni un como ni un por qué.
Ocurrió una seguidilla de veces, como un total de dieciseis...
No se, realmente no puedo recordar el número exácto, ni creo siquiera saberlo.
Cuando no hay niguún sentido de "yo", tampoco la memoria tal cual la conocemos está ahí para registrar y reproducir.
Sólo se que la atención (por ponerle un nombre) se introvertía, se daba vuelta como una media, y se sumergía en su propio orígen, arrastrándo y diluyendo en su fluir retrógrado a los sentidos, el mundo, y cualquier sentimiento de "yo soy" que pudiera hasta ese momento aparecer.
Entonces yo no era ya más.
Sólo el océano infinito de la absoluta felicidad y dicha inmensurable era.
Absolutamente absoluto sin lugar a ningún tipo de dudas.
Pero lo más impresionante, era que a pesar de que yo ya no existía más, y en su lugar sólo había esta absoluta felicidad de lo absoluto, había conjuntamente con ello, en ello, darse cuenta de esa absoluta felicidad.

Aún así, no fue eso lo que terminó con todas las asunciones respecto de ser un "yo" separado de la VIDA.
Por ello es por lo que digo que ninguna experiencia es relevante.
Ni aún la vivencia de ser-lo-Absoluto.
Será tal vez que la materia prima llamada Richard era demasiado burda...
Pero el hecho es que ha sido a través de la autoindagación como esas creencias se han ido cayendo, con la más absoluta naturalidad, hasta que sin casi notarlo, esto se da cuenta de si mismo siendo así, siendo eso, lo natural, que no tiene nombre...
Nunca hubo en ello nada espectacular...
Ni ha habido nunca en lo real, el eso natural, el más mínimo cambio, ni lo habrá jamás.
Sólo que ahora lo se; y sé que eso es lo que soy...
Sin ningún "yo" que lo sepa...
Es así, simplemente...




Sólo tengo mi amistad, estas y algunas otras palabras, y preguntas para compartir con quien quiera indagar...

Espero haberte aclarado algo, o por lo menos no haberte confundido más!


Un abrazo!

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Richard Mesones

Nada que lograr.

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Cuando no hay temor, ¿hay necesidad de algo que me haga sentir seguro?

Cuando no hay sentimiento de separación, de aislamiento, ¿hay necesidad de fundirme, de tender puentes, de re-ligarme?

Cuando no hay confusión ni oscuridad ninguna, ¿hay necesidad de iluminarse?

Cuando no hay rechazo, infravaloración o exclusión, ¿hay necesidad de aprobación, aceptación, afecto, inclusión?

Cuando no hay carencia ni sentimiento de incompletitud, ¿hay necesidad de algo que "me llene", de plenitud?

Cuando no hay "yo", ¿hay otra cosa que no sea lo absoluto, lo real, la vida siendo?

Cuando nada falta, ¿qué hay que deba ser buscado o alcanzado?

Cuando no hay ninguna necesidad interior o psicológica, ¿qué deseo, búsqueda o motivación puede interesarme que no sea el interés mismo de la vida por florecer descubriéndose viviendo a cada paso?

Cuando no hay nada de menos, ¿hay algo que buscar?, ¿hay algo que lograr?

Cuando no hay "yo", ¿quién va a elegir hacer qué?
¿Y para qué? ¿Para quién?

Cuando ya no hay más sentimiento de incompletitud, ¿quién necesita qué?

Cuando ya no hay más sentimiento de incompletitud, tampoco hay "plenitud" como opuesto a carencia.

Hay simplemente lo que no lleva en si ningún sentido de carencia y por ello mismo nunca necesitó de encontrar ninguna "plenitud".

Sin necesidad psicológica o interior de ningún tipo, ¿dónde queda la necesidad de nuestra "búsqueda sagrada"?

¿O es que nuestra "búsqueda sagrada" no tiene en realidad nada de sagrada sino que es absolútamente psicológica?

¿Búsqueda de placer permanente (seguro) sin displacer ni dolor?

Cuando usted encuentre a dios, la iluminación, el nirvana, la liberación, etc, ¿cómo va a sentirse entonces?

Entonces lo que usted busca es sentirse así, y el objeto de su búsqueda es tan sólo el medio que su mente cree le hará sentirse así.

Sin carencia no hay nada que buscar.

Ni nadie que busque.

Ya no hay más "yo-que-busco..."

Hay simplemente la VIDA, lo que no puede ser conocido, en su estado natural sin carencias, expresándose como usted, yo,...

No hay ninguna realización que realizar, valga la redundancia.

No hay nadie que se ilumine, que se libere, que se realice.

Hay el darse cuenta de que el yo que cree necesitar iluminarse, liberarse, realizarse o encontrar a dios para llegar a sentirse así o asá y dejar de sufrir, en realidad no existe ni existió jamás.

Entonces ya no hay más sufrimiento, ni necesidad de sentirse así o asá, ni de iluminación, liberación, realización o dios.

Ni hay nadie que pueda reclamar el haberse iluminado, liberado, realizado o fundido en nada.

Iluminación, liberación, realización, dios, felicidad, amor, etc, son tan sólo palabras, conceptos a los que la mente asocia imágenes placenteras y que cree que al poder realizar el argumento de dichas imágenes obtendrá entonces de modo permanente el estado placentero y de seguridad que las imágenes de dichos conceptos prometen.

Pero no son más que palabras.

El cerebro está atascado en palabras que crean imágenes que evocan placer...

Y no hay tal cosa como un estado (que es una forma de estar - ahora estoy así, después estoy asá) permanente.

Un estado es siempre ¡algo que cambia!

Toda nuestra desdicha proviene de ir trás esa zanahoria mental.

Toda nuestra desdicha proviene de ir trás algo que no existe en ningún otro lugar más que en el pensamiento, en la creencia.

Sin búsqueda no hay más desdicha.

Ni necesidad de buscar nada más.

Hay la VIDA en su estado natural... siendo...





Richard Mesones.