jueves, 15 de julio de 2010

Indagar, es agarrar y soltar a ver què pasa.

Tan simple como eso.

Es agarrar mi atenciòn a un pensamiento o idea y ver como me siento, y luego soltarlo y ver como me siento.

Y esto hacerlo tantas veces como sea necesario como para poder darme cuenta con toda la claridad posible, si èste tal pensamiento es la expresiòn de mi verdadero sentir, de lo que mi naturaleza real reclama de mi en èste momento, o si no lo es, si en cambio me falsifica.

Pues lo natural no conlleva ningùn tipo de esfuerzo ni tensiòn, no genera sufrimiento.

Lo que no me es propio si.

Asì de simple, y asì de fàcil.

En este sentido, el mejor aliado de que dispongo es el divino descontento.

Descontento que no es inconformidad, sino mi mismo interior dicièndome que hay algo que he asumido, algo en lo cual estoy enganchado, agarrado, que realmente no va con lo que soy, que no es mìo y que asì no estoy siendo yo, y que por tanto, engancharme con esa lìnea de pensamiento y acciòn, inhibe y seguirà inhibiendo en mi el natural fluìr del contento, del bienestar vital que es mi-nuestro clima interior natural.

¿Hasta dònde llegar con esta indagaciòn?

Hasta donde el descontento me lleve, pues èste es insobornable, infatigable, y no cesarà hasta no hacerme "regresar" a casa, al hogar, allì dònde se puede ser en paz, y el perfume del afecto y la dicha son el aire que se respira de manera absolùtamente natural.

Hogar es allì dònde no hay màs nada que anhelar, màs nada que esperar, màs nada que desear, pues hay completitud.

Es cuando el existir es un presente, con lo que sea que èste traiga, y sòlo el abrazar la vida es la ùnica respuesta posible.



Creer necesitar de que tal o cual cosa permanezca asì o asà, es lo que hace que uno se sienta como un "yo", incompleto, separado de la vida como totalidad.

Darse cuenta de que ello no es asì, es experimentarse como conciencia, como ser, como yo-soy-dad pura, còmo manifestaciòn particular de la Vida.

Darse cuenta de no necesitar que esta conciencia permanezca, èsto es saberse lo Absoluto, sin atributos, el No-ser inmanifiesto; Nirguna.

Es "volver" definitivamente a estar en casa, sin posibilidad alguna de duda.

Pero nadie es dueño de decidir cuando y hasta què profundidad indagar.

El descontento es el llamado; la propia naturaleza original sin condiciones es el llamador.

De nosotros depende el escuchar el llamado o el hacernos los que no lo oìmos.



Usted es lo Absoluto, y saberse lo Absoluto, es su ùnico y verdadero hogar.







R.