Es todo lo que es necesario para que el conflicto y el sufrimiento lleguen a su fin en nuestra vida.
No mañana, no en "la pròxima vida", sino ahora.
Esto es tambièn el fin del reinado de la ilusiòn en uno, y el emerger de la lucidez y la sensibilidad vital, junto con el contento inherente a la misma.
Pues todo sufrimiento procede de algo que no acepto en algùn àmbito de mi vida, al querer imponerle que sea de un modo que no es, negàndome a ver que ES COMO ES, y PUNTO.
Ese resistirme a "lo que no me gusta" (displacer/dolor), con el consiguiente movimiento hacia "lo que me gusta" (placer), eso es lo que la esclavitud interior al pasado es; lo que el sufrimiento es.
Y el pasado ya pasò.
Lo que me gustò ya pasò.
Lo que no me gustò tambièn ya pasò.
Incluso este momento que en este momento nombro, al terminar de nombrarlo ya pasò.
Y no hay nada que pueda hacer para que lo que ya pasò no haya ya pasado.
Nada.
Por cuanto resistirme, en nombre no importa de què, es el màs completo y absoluto absurdo.
Es "separarme" del flujo de lo que es.
O sea, de la VIDA.
Y el resultado immediato, es aislamiento, conflicto y sufrimiento.
Y la ùnica soluciòn que no es un escape, una huìda, es rendirme.
¿Y què es rendirme?
Es aceptar que lo que es, es.
Tal y como es.
Y lo que no es, no es.
Me guste o no.
Y punto.
Podrà haber sido o podrà llegar a ser, pero no es.
Y en este momento sòlo lo que es, es; y es siendo en este momento tal y como en este momento es.
¿Puedo aceptar que X es Z?
SI/NO
Si: fin del sufrimiento.
No: fin de la paz.
Y por si fuera poco, ni siquiera podemos en realidad decir que lo que es, es; pues de hecho, al teminar de decirlo descubrimos que ya no es, sino que fuè.
Ya pasò.
Y me guste o no, NO HAY NADA QUE PUEDA HACER PARA QUE LO QUE YA PASÒ NO HAYA YA PASADO.
Como hacer fuerza para atajar en el aire un viejo jarròn que ya se hizo añìcos en el suelo.
Como querer regresar a la boca las palabras que ya fueron dichas.
O deshacer las acciones que ya fueron hechas.
Imposible.
E igualmente innecesario.
Pues por si no lo hemos notado, lo que ya paso, YA PASÒ.
YA NO ESTÀ PASANDO!!!
La reacciòn emocional que experimentamos, es posterior al hecho.
Es cuando el hecho ya fue consumado.
Y el negarnos a ver la realidad tal y cual es, ni deshace lo que es, ni hace que nos sintamos bien, ni nos aporta lucidez en relaciòn a lo que es para responder a ello adecuadamente.
Sòlo nos produce conflicto, sufrimiento, y paràlisis anìmica frente a lo que es.
Sentimiento de separaciòn frente a lo que es.
Y lo que es, es la VIDA expresàndose como eso que es en este momento; en cada momento.
¿Que aùn asì no puedo aceptar que X es Z?
No importa.
Siempre hay una segunda oportunidad de rendirme que està a mi alcance en todo momento.
SIEMPRE.
Y èsta es: ¿Puedo aceptar que no acepto?
Ah!
Ahora si que no hay excusas!
¿Y con eso què?
Que si puedo aceptarme a mi mismo, como sea que me sienta frente al hecho X, entonces puedo sentirme en paz conmigo mismo, a pesar de que X sea Z, y a pesar de que yo aùn no lo acepte.
Entonces descubro, como sin quererlo, que ya ni me afecta tanto, ni me importa entonces tanto el que X sea Z.
Y por sobre todo, lo màs importante: hay paz en mi, en el corazòn de mi vida, de mi vivir.
Paz en el corazòn de la tormenta.
Paz en el corazòn, en MI CORAZÒN.
Y esto es todo lo que cuenta.
R.