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Hay sólo cuatro formas reales de estar, de ser siendo, en esta vida.
Sentado, acostado, parado, andando.
Todo el resto es adorno, pensamiento, fantasía, irrealidad.
Y el cómo uno se sienta, se para, se acuesta o anda, es el como uno es, en ese momento; a cada momento, que es lo real: el como soy en este momento, que es el único momento en que soy y puedo ser, AHORA.
Y no es sólo que "físicamente" esté así o asá.
Soy la Vida siendo, en ese momento, así.
Y en ese "así", están incluídos el sentirme como sea que me sienta, el pensar como sea que piense, el darme cuenta de lo que sea que me de cuenta, el no darme cuenta de lo que sea que no me de cuenta, y por ende, el hacer como sea que haga, ya sea: sentado, acostado, de pie, o andando.
Soy la Vida siendo, a cada momento, así como sea que en ese momento sea.
Soy la Vida, siendo así.
El "así" es lo único que cambia.
El hecho de ser la vida siendo, eso es lo que jamás cambia.
Somos siempre la Vida Una siendo.
El Ahora intemporal e informe, manifestándose así, y así, y así, y asá, como sea que ello sea.
La naturaleza del "así" es el cambio, la impermanencia.
La naturaleza de lo esencial, de lo informe, de lo interior, es la inmutabilidad.
Cambia en su apariencia, pero ello no modifica jamás su naturaleza, su conciencia de ser el ES.
Somos la Vida siendo.
Sentados... acostados... parados... andando...
Richard Mesones.
P.D. Visto y escrito el lunes 3 de mayo de 2010, mientras esperaba a la salida de mi ómnibus en la Terminal de Tres Cruces, sentado.
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