miércoles, 6 de octubre de 2010

Solamente siendo.

Desde la misma apariciòn del ser en este mundo, hay sensibilidad, inteligencia, y particularidad de ser.

O sea, eso de lo cual se "construye" en nuevo ser, es en sì, materia sensible, conciencia materializada.

Energìa conciente.

Y la inteligencia, esa que coordina seis trillones de procesos por segundo que se dan en nuestro organismo, esa misma que se encarga de la formaciòn de las galaxias, la migraciòn de las aves, el crecimiento de la hierba, y de todo lo que sucede en esta danza còsmica, esa misma inteligencia està allì desde el comienzo.

Està en todo, siempre.

Pero ademàs, desde el mismo embriòn, desde el momento mismo de la fecundaciòn, ya hay particularidad; hay ser-ùnico.

Eso que va a "madurar" luego como lo que podrìa llamarse el psiquismo original del individuo, su forma ùnica de sentir la vida, su conciencia de ser èl mismo siendo la vida sintièndo asì, como sòlo èl siente.

Todo està ya dado, desde un comienzo.

Desde el inicio, somos la Vida manifestàndose particularmente en infinitas formas de ser, ùnicas, incomparables, irrepetibles.

Somos la Vida, unidad, manifestàndose como multiplicidad, o sea, existiendo en el tiempo como manifestaciones particulares.

Somos la gracia de existir.

Y existir es sin motivo ni propòsito, sin meta; tan sòlo por el puro gozo de existir.

Ella lo es todo, y siendolo todo y lo ùnico que Es, nada puede agregàrsele ni quitàrsele.

Luego aparecen el lenguaje, el pensamiento, y con el mismo, la idea de "yo" definida como lo contrario de lo que no soy yo; o sea, el pensamiento crea una divisiòn en mi vivencia del existir, del ser, en la cual "el mundo" y "yo" somos dos cosas separadas que se sufren la una a la otra.

¿Hay en la realidad, una tal separaciòn?

¿Hay, o es posible la vivencia de "yo" sin el mundo?
¿O del "mundo" sin "yo"?

¿O inevitàblemente cuando aparece el uno tambièn y simultàneamente el otro està presente?

¿Surgen separadamente en la conciencia, o surgen conjuntamente?

Conceptualmente, estamos acostumbrados a separarlos, o sea, a pensarlos por separado pensando que son dos cosas separadas.

¿Pero lo son realmente, en los HECHOS?

No en el concepto, no en "opiniones y fantasìas filosòficas y teològicas sobre la realidad", sino en la vivencia real.

En la vivencia real, no distorsionada por el pensamiento conceptual, lo que soy no es separable de dònde soy.

Pues para empezar, el ùnico modo en que soy, y esto es asì siempre, es SIENDO!!!

Siendo!!!

Pues no existe el ser sino es siendo.

Si no es siedo, serà una idea, una posibilidad, pero no una realidad; o sea que si no se es siendo, NO SE ES.

Y siendo siempre es en un contexto, en un mundo perceptual en el cual emerjo, al tiempo que èste como percepciòn aparece a su vez en mi como conciencia.

El ùnico "momento" en que esto no es asì, es cuando la particularidad se disuelve en su fuente que es ella misma como absoluto indiferenciado.

Pero a no ser en dicha instancia, el mundo y la particularidad son un co-surgimiento simultàneo.

Y en el mismo, que es lo que llamamos existir, o sea siendo, este siendo es sensibilidad-inteligencia-particularidad desde el inicio, o sea, desde antes del surgimiento conceptual de un supuesto "yo" separado e independiente de "el mundo".

Creer en esta falsa separaciòn del "resto" de la vida manifestàndose, es lo que genera en uno como particularidad, esos tan bien conocidos sentimientos de separaciòn, aislamiento, extrañeza, carencia, y sufrimiento.

Creer en esta errònea conceptualizaciòn es lo que nos hace sentirnos un "yo" separado del fluir de la vida, al cual lo que sucede "le sucede" a èl.

Sin dicha creencia, aùn seguirìa habiendo lo que siempre ha habido, o sea, la vida manifestàndose particularmente como cada cosa y cada quien, incluìdo uno mismo, pero sin sentimiento alguno de separaciòn, aislamiento, extrañeza, carencia o sufrimiento.

Habrìa natural conciencia de integraciòn, de integralidad, de comunidad (comùn unidad).

Conciencia en la cual la particularidad de ser siendo ùnico no es "lo contrario" de dicha unidad, sino el manifestarse particular de dicha unidad.


Dejemos por un momento de lado el hàbito conceptual con el cual nos venìamos manejando y observemos la realidad.

¿Hay "yo" siendo?
¿O hay sòlamente SIENDO?

¿Hay "yo" sintièndome asì?
¿O hay sòlamente sintièndome asì?

¿Hay "yo" y este vivir?
¿O hay este vivir siendo?

¿Hay "yo" y los pensamientos?
¿O hay los pensamientos? ¿pensamientos de "yo"?

¿Hay "yo" al cual le duele tal cosa?
¿O hay doliendo tal cosa?

¿Hay "yo" que fulana o mengano me rechaza?
¿O hay simplemente fulano rechazando?

¿Hay "yo" que me encuentro o me desencuentro con "otro yo"?
¿O hay encuentros y desencuentros de la vida siendo con la vida siendo, particularmente en cada caso como en cada caso y momento sea?

¿Acaso este conceptualizar "yo" y "lo otro", "yo" y "no-yo", no es una forma de crear distancia psicològica, de "separarme", de resistirme a sentir algo?

¿Acaso este conceptualizar "yo" como separado de "lo otro", no es levantar una divisiòn, una muralla conceptual en mi conciencia de ser, en mi sensibilidad, en mi forma de sentir la vida, para no sentir algo que si estoy sintiendo?

¿Acaso no es este "dividirme", la raìz de todo conflicto, de todo sufrimiento, de toda carencia, de toda indignidad?


¿Puedo aceptar que hay siendo asì o asà?

¿Puedo aceptar que hay esta vida, este vivir?

¿Puedo aceptar que hay pensamientos?

¿Puedo aceptar que hay rechazo?

¿Puedo aceptar que hay dolor?

¿Puedo aceptar que hay sufrimiento?

¿Puedo aceptar que hay no-aceptar?

Fin del sufrimiento.








R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario