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Lo que es, ya es.
Y eso quiere decir que ya-fue.
Con sus dos sentidos esenciales insoslayables, a saber: que ya sucedió, no importa si hace diez años o cien, o diez días, o diez segundos o un segundo.
Ya sucedió y no hay ni habrá nada que nadie pueda hacer jamás, para que lo que ya sucedió, no haya ya-sucedido!
Cuando uno se da cuenta de ello, es después de haber acontecido, es cuando ya-sucedió.
El otro sentido de decir que algo ya pasó, es que ya pasó!
Ya pasó!
No está pasando ahora; por más placentero o doloroso que haya sido, pero ya no es más ni lo volverá a ser jamás!
Ya se terminó, murió, no existe más.
La única huella que dejó es en la memoria de quien recuerda el hecho, ¡y sólo cuando lo recuerda!
Recordar es pensar sobre algo que alguna vez fue pero que ya no es ni volverá a ser jamás.
Así, la vida es la manifestación constantemente cambiante, la danza de lo que es.
Es lo desconocido danzando bajo la apariencia del momento, la apariencia de lo que es.
Y esa apariencia sólo "dura" un instante; y muere inmediatamente para florecer en el instante siguiente.
Cada paso de ese danzar es único, e irrepetible.
Lo real no tiene "continuidad". Ni "dura" ni "cambia". Pues sólo cambia lo que dura y sólo dura lo que cambia. Ese es el mundo de las apariencias de lo real.
Lo real "está" más allá de las apariencias, el cambio, la duración, y las palabras.
Es la vida in-forme que todos somos y todo es.
Una vez dado, no se puede dar de vuelta ese mismo paso que ya se ha dado, que ya ha muerto; ni se puede volverlo atrás, ni corregirlo (pues no se puede hacer nada para que lo que ya fue de un modo no haya sido de ese modo!).
Todas nuestras reacciones psicológicas suceden bajo la "lógica" de que puedo hacer después algo para corregir lo que ya sucedió antes (¿¿¿???!!!).
Son la manifestación en hechos de la idea de que X "no debería" haber sido así (como fue).
La idea de que algo que es como es, no debería ser como es, es demencia.
Y no me refiero con esto a que no pueda ser distinto después, o a que uno deba tratar de mantener lo que sea tal cual está sin hacer nada en ninguna otra dirección, no.
Me refiero a que lo que es en este momento, es sólamente tal cual es, y así como es, es la única forma en que en-este-momento puede ser.
La única vida, la real, sólo es, simpre, en-este-momento.
Y este momento es como es, y sólo como es.
Cualquier otra cosa es estar usando este momento para pensar sobre lo que ya fue y ya no es ni volverá a ser, o para pensar sobre lo que podría o no llegar a ser pero que tampoco es.
O sea, es estar "perdiéndose" el momento, y por lo tanto la vida!
Pues la vida sólo es Ahora.
Lo único que me hace sentirme como un "yo" separado de la vida, es la identificación con la idea de que algo (X) que ya sucedió (hace mil años o hace una milésima de segundo) no debería haber sido así.
La idea de que X no debería ser como es, es en realidad, la idea de que X no debería haber sido como fue en el momento en que lo percibí (hace diez años o diez segundos o una diezmilésima de segundo).
El sentimiento de separación, de ser un "yo" encapsulado en el cuerpo y aislado del fluir de lo-que-es (y lo que es, es la vida manifestándose así), es entonces, una idea, un constructo mental, una creencia.
Sin esa creencia, hay amor, afecto.
Hay amor a lo que es, tal cual es.
Y desde ese amor, se responde a lo que es.
Y sólo esa respuesta puede despertar en quien está dormido en una creencia, su sentido de realidad, de integridad, de verdad interior.
Nadie va a cambiar en nada porque usted o yo opinemos que no debería haber sido como fue; por nuestra creencia de que no debería ser como es.
La imposición no funciona ni funcionó jamás, ni con uno ni con nadie.
Y si no me cree, fíjese en un millón de años de "evolución"...
Pero si uno no está identificado con esa idea, entonces uno cambió.
Lo demás es subsidiario.
Si alguien actúa destructivamente contra otros y contra si mismo, no es precisamente porque se ame o sepa amar.
El también cree que él mismo no debería haber sido como fue, y que no debería ser como es; por eso su vida es una constante lucha y un infierno por tratar de devenir como se supone que "debería" ser, por "llegar a ser".
Y eso es no dejar que ese sentido de profundo afecto incondicional florezca en el propio corazón.
La idea de que algo o alguien, empezando por uno mismo, no debería ser como es, es la negación misma del amor.
Y por nuestra identificación con dicha idea, es que el mundo es lo que es.
Si usted desea profunadamente que alguien pueda saber lo que es el verdadero amor, ámele usted primero, para que así pueda él o ella amarse.
"Enseñe" el amor, amando.
Nuestro amor a lo que es, tal cual es, es nuestro amor a la VIDA, como sea que esta se presente frente a nuestros ojos para ser amada.
Mírele sin la idea de que "no debería" ser como es, y le verá tal cual es.
Le verá siendo para usted, frente a usted, lo mejor que en este momento es capaz de ser.
Y ese ver es dar.
¿Y sin la idea de que X no debería ser así (como es) ?
¿Y sin la idea de que X no debería haber sido así?
¿Cómo sería la vida, mi vida, yo, sin la idea de que algo o alguien no debería haber sido tal cual y como fué?
¿Cómo me sentiría sin esa idea? ¿Sin esa creencia?
Pues eso es todo lo que es, una creencia, ya que está claro que no es esa la realidad de lo que es.
¿Y sin la idea de que mi vida no debería haber sido como fue?
¿Y sin la idea de que yo no debería haber sido como fui?
¿Y sin la idea de que mi vida no debería ser/haber sido como es/fue?
¿Y sin la idea de que fulana/o no debería haber sido como fue?
¿Y sin la idea de que fulana/o no debería ser como es?
Pregúntate simplemente cómo te sentirías sin esa idea, y deja que desde tu interior, desde la verdad de lo que éres, de tu verdadero sentir, tu mismo SENTIR que es la respuesta, te traiga la respuesta, que es la verdad manifestándose como tú, de ese modo único en que tú éres, con ese modo único e irrepetible de sentir.
Como dijo un día la verdad a través de alguien por ahí:
Ama, y haz lo que quieras...
Richard Mesones.
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