Pues lo que ya pasò, ya pasò!
No importa si hace diez años o diez segundos, o un segundo.
Ya fue; y ya no es.
Y es el no aceptar que ya fue como fue, lo que hace que mi atenciòn siga en el momento presente aferrada a la memoria de lo que ya no es, y me pierda asì la frescura del momento presente.
Momento que por otra parte, es ùnico, nuevo, fresco, absolùtamente efìmero, e irrepetible.
Cuando "vivo" el presente a travès de la distorsiòn de la memoria que se impone como medida de còmo debo vivir en este momento, no estoy viviendo en funciòn de la vida tal y cual la siento en este momento, sino en funciòn de lo que ocurriò o no ocurriò en el pasado.
No vuelvas jamàs la vista atràs , o te volveràs estatua de sal.
Sòlo cuando se muere para todo lo pasado, dejando que el pasado florezca y se marchite muriendo en uno, se es libre en el presente, para vivir el presente libremente, y poder asì en el mismo florecer a cada instante, sin el condicionamiento de tener que ser o no ser en funciòn de lo que un dìa pasò.
R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario