No se trata de filosofar al respecto, sino de ver.
¿Es posible, que aùn cuando existo en este contìnuo espacio-tiempo, pueda mi conciencia de ser, de ser yo mismo, no estar ligada a ninguna cualidad o caracterìstica especìfica de este mundo temporal?
¿Es posible sentirse eterno en medio del tiempo?
¿Es posible "saberse" atemporal mientras se fluye en la corriente de este devenir y acontecer del mundo llamado existencia?
¿Es posible ser eterno y al mismo tiempo absolùtamente ordinario, comùn?
¿Es posible que nuestra conciencia de ser, y por tanto la raìz de todo nuestro hacer, estè absolùtamente libre de toda memoria psicològica que lo liga a cualquier nociòn de temporalidad?
¿Es posible que nuestro diario vivir se vea libre de la anticipaciòn psicològica, y junto con ella, de todo el condicionamiento que significa tener al pasado, a la experiencia y el conocimiento almacenado en la memoria, como referencia o autoridad interior para ser-siendo?
Pues si no es posible, entoces la vida no es màs que una trampa impìa.
Sobrevivimos tratando de compensar mañana segùn la carencia que sentimos y no digerimos ayer.
Evocando constantemente lo que ya no es, superponièndolo a lo que es, negàndonos la posibilidad de florecer sin referencia alguna a nada pasado.
Mantenemos el pasado vivo en nuestra memoria en nuestro afàn de "superarlo".
Sin darnos cuenta que es nuestro mismo esfuerzo por "sanar" el pasado lo que mantiene vivo en nosotros el recuerdo del pasado, la imàgen de lo pasado, que es la que evoca en nosotros y recrea en el momento de recordarla, el dolor propio de dicha circunstancia, vuelta a imaginar por nosotros mismos segùn el "guiòn" del pasado.
Negàndole así al presente la posibilidad de ser nuevo y ùnico a cada instante como realmente es.
La vida jamàs se repite ni vuelve atràs.
Sòlo la memoria lo hace.
Y por màs que uno compare hoy con ayer o con la proyecciòn de un posible mañana, sòlo ahora la vida es, y es asì tal y cual es, y punto.
Insisto, ¿puedo dejar al pasado almacenado en forma de huella de experiencia en mi memoria, sumergirse en definitiva inactividad?
¿Puedo abandonar toda guìa para ser?
¿Puedo abandonar, no por esfuerzo o ejercicio de voluntad, sino por ver su futilidad y el sufrimiento innecesario que me ocaciona, todo intento de "modificar mañana con mis acciones de hoy lo que ayer ya fue y ya no es màs ni jamàs vovlverà a ser"?
¿Puedo morir para todo lo pasado?
No sòlo para el recuerdo del placer y los placeres, ¿sino tambièn para el recuerdo de todo dolor?
¿Puedo dejar que el pasado muera en mi?
¿Puedo abandonarlo, soltarlo, dejarlo partir?
¿Puedo dejar el pasado en paz?
¿Puedo dejar que "los muertos entierren a sus muertos"?
No la memoria de lo que pasò o no pasò, sino la insistencia en tomar lo que pasò o no pasò como referencia para ser ahora, lo cual lo convierte en memoria psicològica.
Quedo preso, con mi atenciòn presa del pasado y mi sensibilidad acotada para vivir y amar y responder al presente, cuando no suelto lo pasado para tratar de "modificarlo".
Cuando hago algo, no porque sienta hacerlo, por que es lo que siento con todo mi ser hacer con contento ahora, sino por que...
Por lo que sea que antes haya pasado o no haya pasado y està tratando entonces ahora de "compensarlo", de "mejorarlo", de "crecer", etc.
Para "vengarme", para "tomar justa revancha", para "desquitarme de la vida", para "prevenirme", etc.
Sòlo cuando se està libre del pasado se està libre del tiempo.
Y sòlo cuando se està libre del tiempo puede el ser, que es lo eterno, lo atemporal, florecer, siendo sin ninguna referencia, "màs allà" del tiempo, y en èl al mismo tiempo.
Entonces, como el bote que està en el agua pero que no tiene agua en èl, asì nosotros existimos-estamos en el tiempo, pero este no està en nuestra conciencia de ser.
Estamos en el mundo, pero no somos del mundo.
Esta es la ùnica y verdadera libertad interior, la verdadera liberaciòn.
No los poderes, ni el circo, ni la extravagancia, ni el "màs allà".
Sino la completa y absoluta libertad respecto de toda idea, de toda condiciòn para ser nacida de la formulaciòn de la temporalidad.
Y èste es un fruto que ninguna acciòn, ningùn mètodo o aprendizaje, que ningùn esfuerzo ni tècnica, ni nada que tome tiempo nos puede ni nos podrà brindar jamàs.
¿Y sin la idea de que mi historia de vida deberìa haber sido distinta?
¿y sin la idea de que ayer deberìa haber sido distinto?
¿Y sin la idea de que hoy deberìa haber sido distinto?
¿Y sin la idea de ahora deberìa haber sido distinto?
¿Y sin la idea de que yo deberìa haber sido distinto?
Entonces puedo sentir el "perfume" de lo sin-tiempo, siendo.
Floreciendo.
En mi y en todo lo que es a cada instante.
Entonces se ve, se VE, que esto es ESO.
ESO, es esto.
La ilusiòn, el error, es pensar que ESO es otra cosa.
No vemos, porque comparamos constantemente esto con nuestra ideas extraìdas de la experiencia, del pasado.
Entonces nos perdemos en el presente, el perfume inèquivoco de lo eterno floreciendo.
De ESO, siendo esto.
Esto es nirvana.
Darse cuenta de que las apariencias nunca nos engañan ni nos engañaron jamàs.
Sòlo nuestras creencias sobre las apariencias son las que no nos dejan darnos cuenta de ESO apareciendo como esto.
Este es el reino de los cielos, aquì y ahora.
Como lo expresara bellamente William Blake:
"Ver un mundo en un grano de arena y un cielo en una flor silvestre, tener el infinito en la palma de la mano y la Eternidad en una hora."
R.
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