Para empezar, yo es un sonido, una palabra.
Ni buena ni mala palabra.
Simplemente algo, un sonido, que señala, que alude, que apunta en una determinada direcciòn.
Yo no es una entidad aparte de mi a la que yo tengo que tratar de destruìr, ni con la cual yo tengo que tratar de integrarme.
Eso es una insensatez, y si yo me lo creo, esa insensatez es lo que paso a ser yo.
Cuando la palabra yo es asociada a una imàgen con la cual me identifico, entonces me condiciono, me fragmento, me divido.
Esto es "yo".
Un personaje irreal creado por el pensamiento, una fantasìa sobre uno mismo como entidad separada del cambiante fluir real de la vida; una entidad separada del fluir de la realidad.
Eso es lo que sucede cuando la palabra "yo" es tomada con el pensamiento, con la memoria asociativa, y no con el SENTIR natural del ser, del corazòn.
Cuando yo no es asociado a nada, entonces la palabra señala a eso que es uno mismo.
Eso que yo soy.
Sin cualidad definida, concreta, exclusiva, excluyente, ni permanente.
Soy entoces la vida siendo, siendo conciente de ser la vida siendo.
Soy la vida siendo de un modo particular.
Y cuando la vida siendo de este modo particular toma conciencia de si, se da cuenta de ser uno mismo.
Entonces ser si mismo no es ser una entidad separada de la vida, y yo no es màs que el sonido con que la vida habla de si misma en primera persona a travès de cada quien.
Sin sentido alguno de divisiòn, de separaciòn, de conflicto.
Sin nada que "eliminar", y sin nada con lo cual "llegar a fundirse en..."
Por tanto, el error no està en el uso de la palabra yo, sino en confundir su significado con su sentido.
El significado es siempre creado por el pensamiento.
El sentido, es el natural sentido o conciencia de ser.
Es la vida conciente de si misma.
Lo uno jamàs ha existido realmente, salvo en el pensamiento, en fantasìa.
Lo otro jamàs ha dejado de ser.
Cuando admito ser yo, como sea que sea en este momento, en el momento que sea, entonces el pensamiento deja de estar pendiente de "yo"; abandona a "yo", olvida a "yo".
Entonces lo que queda, lo que es, lo real, eso no se nombra a si mismo, no se separa nombràndose.
Se es sin ser.
Hay conciencia de que este sentido de ser no es algo, es tan sòlo una expresiòn de la vida que todo lo es.
La ola no se funde en el mar.
Porque la ola nunca tuvo existencia separada real, existencia propia.
Siempre fue el mar, y nada màs.
Sòlo el mar es lo ùnico real.
R.
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